Conocimientos básicos en salud organizacional en el lugar de trabajo: trabajadores comunitarios de la salud, educación y asociaciones

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En RHHD, los trabajadores comunitarios de la salud están ideando formas creativas para enseñar sobre salud en sus iniciativas educativas y de divulgación. Los trabajadores comunitarios de la salud trabajan en centros de recursos de RHHD o con grupos que tienen necesidades de salud únicas. Algunos trabajadores comunitarios de la salud multilingües trabajan en comunidades donde el inglés no es el primer idioma o ni siquiera el segundo. Cuando los trabajadores comunitarios de la salud crean programas comunitarios, incluso si los temas son muy diferentes, coinciden en varios principios importantes del conocimiento sobre salud:

  • Las necesidades y experiencias de la comunidad deben guiar las iniciativas educativas.
  • La fluidez en el idioma es importante, pero no es suficiente.
  • Los programas nuevos siempre son más efectivos cuando se basan en recursos y redes que ya existen.

La trabajadora comunitaria de la salud sénior de Henrico, Elham Khairi, tenía estas ideas en mente cuando diseñó un curso de planificación familiar para miembros de la comunidad sudanesa a principios de este año. Elham inicia cualquier programa centrándose en el “por qué”: “Al preguntar cuáles son las necesidades, descubrimos otras necesidades y causas subyacentes. Y eso es lo que nos llevó a pensar cómo [algo como los embarazos de alto riesgo] podría prevenirse y que una sesión educativa sobre salud podría ayudar”.

Elham y su equipo de enfermeros y personal trabajaron con la asociación sudanesa de Henrico para averiguar lo que los miembros de la comunidad ya sabían o pensaban acerca de la planificación familiar y para decidir qué contenido era más importante compartir. “No es una metáfora ni palabra de moda ir a donde están las personas”, afirmó. Las prácticas y necesidades de la comunidad sirvieron de base para todo, desde el contenido hasta la programación. La primera hora propuesta no fue conveniente para las madres que tenían que ir a buscar a los niños a la escuela; además, la clase se reunió en un centro que la asociación utiliza con frecuencia para que les resultara cómodo y familiar a las participantes.

Gracias a la clase, Elham y su equipo pudieron compartir información clave, como la forma de acceder a la traducción al árabe de servicios como Medicaid. Elham también sabe que la comunidad trabajará conjuntamente para compartir información: “Si concurren siete mujeres, otras 70 confían en esas siete mujeres, por lo que les compartirán sus conocimientos y les hablarán de nosotros”.

Otro programa dirigido por trabajadores comunitarios de la salud cuyo objetivo es divulgar información de salud en la comunidad se realiza todos los meses en Southwood. Trabajadores comunitarios de la salud como Adranae Mena, Mario Martinez, y Yovaldi Lamoutt dirigen una clase de capacitación sobre sillas para automóviles, la cual se ha ampliado el último año para incluir una sesión educativa sobre detectores de humo. Ellos crearon la sesión en asociación con Cody Oliver, un bombero del Departamento de Bomberos de Richmond de la estación 22, camión 8.

La relación era tan agradable que los dos equipos estaban ansiosos por comenzar. Cody dice que su estación de bomberos está a solo unas pocas cuadras de Southwood: “Es como un segundo hogar y recibimos muchas llamadas. Queremos que las personas conozcan quiénes somos y se sientan cómodas con nosotros. El centro de recursos ya tiene mucho respeto y participación en la comunidad, por lo que nos pareció algo natural unirnos”.

De forma similar, los trabajadores comunitarios de la salud buscaban maneras de conectar a los residentes con los servicios de primeros auxilios, en particular aquellos que entienden las necesidades de una comunidad predominantemente de habla hispana: “Esta relación para mí es increíble y la aprecio”, comentó Adranae, que llama con cariño a Cody un “chico blanco genial, que habla español con fluidez, pero que no solo es bilingüe, sino que está arraigado en la cultura”.

La clase ha evolucionado con el tiempo, a medida que el equipo conoce más las necesidades de los participantes. “Fue la primera vez que hablé un poco y pregunté si había alguna duda”, recordó Cody. “La gente era un poco tímida, así que no pude interactuar mucho. Ahora, tengo una colección de detectores de humo: algunos son viejos y otros están rotos. Se los paso al grupo y les pregunto: ‘¿Cómo saben que funciona? ¿Cómo los silencian?’, por lo que pasó a ser una experiencia mucho más práctica”.

Yovaldi contó que escuchó a personas que salían de la clase diciendo que iban a revisar los detectores de su hogar porque ahora sabían cómo hacerlo. Y aunque ese es el objetivo más inmediato, el equipo está pensando a largo plazo en lo que puede lograr esta asociación: “El objetivo final es que más latinos e hispanohablantes quieran trabajar con nosotros”, aseguró Cody. “El hecho de que seamos parte de la comunidad es una de las formas en que esto comienza”. Además, Adranae invita a quienes les interese participar en oportunidades educativas en Southwood a comunicarse con su equipo al 804-230-2077.